Un material con un aire armonioso y profundo, sedimento de emociones milenarias que resurgen a la superficie, contando la poesía del paciente trabajo con el que el agua, acariciando la roca, cincela su fascinante perfil de belleza.
Un abrazo líquido entre elementos, que se convierte en una refinada sustancia arquitectónica, atravesada por vibraciones de bienestar en las que resuenan los ecos de un incansable proceso de modelado. El tiempo en lentísima evolución, en cuya cresta se eleva un instante de renovado asombro.
Como una ola que atraviesa los tiempos, y desde un pasado remoto se extiende a nuevos espacios habitables. Precioso recuerdo de una eternidad revestida de brillante naturalidad, que extrae energía de la fuente de los siglos para dar forma a un nuevo pulso de diseño.
Emocionante, cautivadora y siempre puntual en su antigua capacidad de ser profundamente actual.