La manera en que vivimos uno de los espacios del hogar donde más tiempo pasamos está cambiando: de superficies para cocinar a superficies de trabajo multifuncionales, las encimeras de cocina deben garantizar características y prestaciones superiores, como las que ofrecen los acabados cerámicos Laminam.
Los cambios relacionados con la manera de vivir y de utilizar los espacios del hogar también conciernen a las encimeras de cocina, unas superficies que, hoy, tienen que ser necesariamente multifuncionales y con características técnicas que puedan hacer frente a los nuevos desafíos.
Ya se utilicen para preparar los ingredientes de las recetas, colocar la olla hirviendo, como superficie de apoyo del ordenador para el teletrabajo o para la merienda de los niños, las encimeras de cerámica de Laminam ofrecen mejores prestaciones que las superficies realizadas con otros materiales (como cuarzo, laminados, madera, solid surface, piedra natural, acero), para satisfacer así las necesidades de una cocina moderna. En especial, inhiben la presencia de bacterias, moho y hongos, son resistentes a los arañazos y a las abrasiones, a los cambios de temperatura y a las agresiones químicas, son antimanchas, no absorben la humedad y son resistentes a los rayos UV.
Garantía de higiene
Cuando se trata de superficies de uso diario que entran en contacto con los alimentos, algunas de las características que se deben analizar en primer lugar son la capacidad de inhibir la presencia de bacterias y de garantizar el mayor grado de higiene frente a materiales como el laminado, la madera y la piedra natural.
Además de las características intrínsecas de higiene de la superficie cerámica y de su gran tamaño, que reduce o incluso elimina la presencia de juntas, las tablas Laminam cuentan con numerosas certificaciones nacionales e internacionales, como la NSF, que garantiza la idoneidad para el contacto con alimentos de conformidad con el estricto protocolo de la American National Standard for Food Equipment, o la declaración de conformidad MOCA, que garantiza el cumplimiento de los requisitos obligatorios en materia de higiene alimentaria.
Resistencia a los arañazos y a las abrasiones
Cocinar significa experimentar, y no hay nada que guste más a un chef que hacerlo directamente sobre la encimera de la cocina. Una experiencia que se puede disfrutar sin temor con las tablas cerámicas Laminam, ya que son resistentes a los cortes y a las abrasiones. Además, sus características se mantienen inalteradas incluso después de un uso intensivo y de una limpieza frecuente.
No se puede decir lo mismo de las superficies realizadas con otros materiales, sobre las que, sin duda, es mucho más fácil dejar «la huella» de los experimentos culinarios.
Resistencia al choque térmico
Temperaturas muy altas y, justo después, heladas: las encimeras de cocina de solid surface, laminado, madera o a base de cuarzo sufren los shock térmicos y muestran su huella en la superficie.
En cambio, una tabla cerámica Laminam resiste no obstante su reducido espesor. Lo que marca la diferencia es su misma naturaleza: la cerámica es técnicamente capaz de soportar el contacto tanto con las temperaturas más altas como con aquellas especialmente bajas.
Resistencia a las manchas y a los agentes químicos
Las manchas en las encimeras de cocina son una pesadilla para todos. Cuando se preparan las comidas, puede ocurrir que se derramen accidentalmente líquidos aceitosos o ácidos sobre la encimera, tales como aceite para aliñar o de frituras y gotas de limón, o especias como el azafrán y el curry, que pueden alterar el aspecto de la encimera y dejar marcas más o menos visibles.
Un problema que no existe con las tablas cerámicas de Laminam, porque son antiabsorbentes: sus niveles de porosidad son extremadamente bajos, sobre todo si se comparan con otros materiales.
Y por si esto no bastara, los acabados Laminam se pueden limpiar fácilmente con los detergentes de uso común disponibles, ya que tienen propiedades de resistencia química muy altas, por lo que no requieren productos específicos. No se puede decir lo mismo de las encimeras que no son de cerámica: sus «manuales de uso» indican una selección de detergentes aptos para su limpieza que, en la mayoría de los casos, deben ser neutros, delicados o específicos para ese tipo de material.
Resistencia a la humedad y a los rayos UV
Otro punto fuerte de las superficies cerámicas Laminam, en especial cuando se piensa en las nuevas funcionalidades que se exigen a las encimeras de cocina, es su capacidad de resistir a la humedad. Así es, gracias a su reducida porosidad, no absorben el agua como sucede con la madera o la piedra natural.
Una característica, la de no absorber los líquidos, que hace que las encimeras Laminam también sean adecuadas para las cocinas exteriores, ya estén ubicadas en terrazas o en jardines.
Y sin temor de que se estropeen por la acción de la madre naturaleza. De hecho, las superficies cerámicas de Laminam, en comparación con las superficies de trabajo realizadas con la mayoría de otros materiales comerciales, no cambian su color ni textura ni siquiera con el típico sol del verano, porque son resistentes a los rayos UV.
