Arquitectura. Lucia Bianco nos habla de la inspiración desde una óptica femenina
Hablamos con la emprendedora Lucia Bianco, propietaria del estudio de arquitectura / Concept Store «Interior», en el corazón de Lecce. Desde hace 26 años, Lucia tiene una misión, que ha querido plasmar también en su marca: «Design Culture». La cultura del diseño, entendida como un conjunto de conocimientos y competencias expresado en los espacios arquitectónicos y decorativos que diseña, es su código estilístico que comparte con un equipo muy especial.
- Inspiración femenina: ¿hablar de ello es un cliché?
No, no lo es. Yo no pertenezco a esa categoría de personas que dicen que las mujeres son mejores, pero sí creo que son otro mundo. Tienen un enfoque práctico e inteligente y una creatividad que los hombres no tienen. La creación lleva nombre de mujer.
- Mujeres y trabajo en equipo: ¿es posible?
En mi estudio somos siete mujeres, ¿te basta como respuesta? (Sonríe).
En las mujeres encuentro lo que busco. Trabajamos juntas como una familia, cada una sabe instintivamente cuál es su papel y cómo mantener hasta el equilibrio más delicado.
Las mujeres son inalcanzables, tienen una fuerte resistencia, van directas al objetivo. Están concentradas y son eficientes. No tienen tiempo que perder porque están ocupadas en muchos frentes más allá del laboral. Así que cuando trabajan son muy productivas.
- ¿Cómo es el éxito para una mujer?
El éxito es mucho más difícil de alcanzar para las mujeres. Los hombres se apoyan entre sí, eligen un líder de equipo y lo siguen. Las mujeres, en cambio, tardan un poco más en hacer equipo, para ellas es más difícil conseguir el éxito profesional, por lo que tienden a centrarse en la competición y son más «duras». Hay que tener determinación para demostrar nuestros talentos y habilidades. Esta firmeza es fundamental.
Sea como sea, cada vez hay más mujeres en el mundo de la arquitectura y el interiorismo, sobre todo en la parte operativa. Aunque, por desgracia, su presencia en cargos de poder sigue siendo anecdótica.
- ¿Cuáles son los elementos imprescindibles para que una obra sea un lugar «amable» con las mujeres?
Me encantan las visitas de obra, sobre todo en el sur de Italia, como en Puglia, mi tierra, donde puedo trabajar con personas únicas e increíblemente humanas de la «vieja escuela». Hablo de los artesanos locales, que ofrecen resultados increíbles con un coste generalmente muy honesto.
La obra es un lugar accesible para las mujeres, pero hay que aprender a hacerse respetar desde el principio y a empatizar con los trabajadores. Os cuento un poco como acostumbran a ir las cosas. Por lo general, la primera vez que llego a una obra me llaman «señora», la segunda «señorita», y a partir de la tercera vez soy «la arquitecta» o simplemente «Lucia». Es ahí cuando sé que ya me he ganado su respeto.
Mostrar empatía es algo fundamental y no debe tomarse por sentado. Es algo que aprendí de mis padres, ellos me enseñaron a dejar de lado mis miedos, a sacudirme prejuicios inútiles que tienden a obstaculizar la comunicación. Si durante una visita de obra te muestras temerosa, los trabajadores y tus compañeros se asustan y el éxito del proyecto puede verse afectado. Se trata de una soft skill muy importante para los proyectos arquitectónicos, tanto en Italia como en el extranjero.
- ¿Recuerdas algún proyecto que haya sido especialmente significativo para ti?
Tengo un recuerdo muy especial del proyecto del Banco di Napoli, en el que usamos placas Laminam. Solo duró 13 meses pero fue muy intenso, prácticamente dormíamos en la obra. Esta ósmosis con el lugar de trabajo creó una armonía única. Todos estábamos encantados con la dinámica que se había generado, ¡entusiasmados con el trabajo que estábamos haciendo!
- Proyectos de mujeres, con mujeres y para mujeres. ¿Cuál es tu experiencia?
Prefiero hablar de proyectos para personas, pero es cierto que en mi trabajo estoy casi siempre rodeada de mujeres. En mi estudio «Interior» de Lecce somos todas mujeres, 7 en total. La «oveja negra» es Flavio, que se encarga de elaborar todos nuestros renders al más alto nivel y con quien solemos bromear con el hecho de que está en minoría.
Pero si hablamos de clientes mujeres, sin duda puedo afirmar que son mucho más exigentes que los hombres.
- Arquitectura en clave femenina: ¿qué consejo les darías a las generaciones más jóvenes?
Que no pierdan la determinación. ¡Y sobre todo que no se rindan!
Pero estoy segura que este sector será cada vez más cuesta abajo para las nuevas generaciones de mujeres, solo hay que pensar en la universidad, con las facultades llenas de mujeres jóvenes.
Pero eso siempre depende de las ganas que tenga cada profesional de despuntar en su sector, es un tema muy personal.
Las mujeres siempre serán madres, esposas, amantes y amigas primero, y profesionales después. A veces deciden emprender, dirigiendo incluso dos empresas. Se nos pide que estemos concentradas en nuestro trabajo y con determinación para lograr nuestros objetivos.
Tengo 52 años y llevo haciendo este trabajo desde los 26, ¡exactamente la mitad de mi vida! Y puedo decir que soy muy feliz. Que no es poco. (Sonríe).